Fuente: Externa

Barcelona.– La artista estadounidense Katy Perry, indiscutiblemente una de las divas del pop de la última década, ha actuado este domingo en el Palau Sant Jordi de Barcelona con un concierto marcado por los incontables himnos de su repertorio y una puesta en escena de videojuego futurista.
La cantante ha aparecido en Montjuic con más de media hora de retraso, lo que ha invocado casi una decena de olas en el pabellón para amenizar la espera, tras la proyección de un vídeo que presentaba a Perry como la salvadora de la humanidad ante un mundo amenazado por la inteligencia artificial.
Así, en un ambiente de gincana futurista, la californiana ha descendido sobre un escenario en forma de infinito, suspendida de una estructura cilíndrica, para abrir la noche con ‘Artificial’.
Al pisar por primera vez las tablas, la artista, vestida como una guerrera robot, ha sido rodeada por su ejército de bailarines cíborg, que la han acompañado en ‘Chained to the Rhythm’ y ‘Teary Eyes’, antes de que los primeros acordes de ‘Dark Horse‘ revolvieran el pabellón.
Himnos pop de los 2010
A partir de ahí ha llegado el momento dosmilero de la velada, en el que Katy Perry ha encadenado ‘California Gurls‘ y ‘Teenage Dream‘, dos de los himnos indiscutibles del pop de la década pasada, subida sobre una estructura en con forma de Atlas sosteniendo el mundo.
- También ha rescatado de ‘Teenage Dream’ (2010), un segundo disco con el que consiguió cinco números uno en los Estados Unidos, ‘Last Friday Night (T.G.I.F.)’, ‘Peacock´ y ‘Wide Awake’.
No han faltado, como no podía ser de otro modo si la noche iba de recuperar himnos, ‘Hot n Cold‘ y ‘I Kissed a Girl‘, dos cortes de su álbum debut ‘One of the boys‘ (2008) que han sido coreados con absoluta devoción por el público barcelonés.
Una vez pasada esta pantalla, Perry ha avanzado hasta ‘143‘, un disco publicado en 2024 que no convenció ni a público ni a crítica, algo que se ha visto reflejado en la actitud apagada del Sant Jordi ante ‘Nirvana‘, ‘Crush‘ y ‘I’m his, he’s mine’.
Sin embargo, a la californiana no le ha costado nada volver a ganarse al pabellón, ya que en el siguiente bloque, gestado en formato ‘elige tu propia aventura‘, ha sido el público el que ha decidido que interpretara ‘Double Rainbow‘.
Lleno absoluto en el Sant Jordi
La balada, cantada acompañada por una guitarra acústica y un teclado mientras los teléfonos de las 18.000 personas que han llenado el Sant Jordi iluminaban el espacio, ha dado paso a que Perry invitara a subir a cinco de sus fans, a quienes ha pedido traducir al catalán que el siguiente tema sería ‘Unconditionally’.
De nuevo metida en su papel de heroína de videojuego, la californiana ha luchado contra el malo que se quería robar la fiesta al ritmo de ‘E.T.’, a la que luego ha seguido la celebradísima ‘Part of me‘ y ‘Rise‘, interpretada con un extra de fuerza para así imponer el bien.
Liberada momentáneamente de la performance futurista, Perry, en vaqueros y camiseta blanca, ha presentado su nueva canción ‘Bandaids‘, antes pasarse el último nivel del juego subida sobre una mariposa mecánica.
Así, la artista ha sobrevolado el Palau Sant Jordi cantando ‘Roar‘, para después, ya en el escenario en forma de infinito, presentar a su banda con ‘Lifetimes’ de fondo y cerrar el show con la imperdible ‘Firework‘.
Esta ha sido la primera parada de la estadounidense en España, quien llevará ‘The Lifetimes Tour‘ al Movistar Arena de Madrid el próximo martes 11 de noviembre antes de partir hacia Asia.
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